¡Bienvenid@s!
Nutrición Veterinaria con empatía.
Me presento. Soy Alicia Núñez, veterinaria apasionada de los animales y PAS (Persona Altamente Sensible).
¡Bienvenid@s a mi mundo!
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Estudié Medicina Veterinaria en España (Universidade de Santiago de Compostela) y me especialicé en Nutrición Natural (College of Integrative Veterinary Therapies, Australia).
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Descubrí la importancia y complejidad de la nutrición veterinaria cuando el perro de mi hermana, Hoonah, enfermó gravemente debido a una enfermedad intestinal potencialmente mortal. Desde entonces seguí formulando dietas caseras, aplicando nutracéuticos y dando asesoramiento nutricional a familias con perros y/o gatos.
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En la nutrición veterinaria de mascotas he encontrado mi espacio.
Ahora puedo escuchar a las familias durante más tiempo, con profundidad y paciencia.
Ahora sí puedo dedicar el tiempo que sea necesario para estudiar un caso.
Ahora sí puedo respirar, tener una rutina. Comer a horas normales...
Pero, lo más importante; mi alma Altamente Sensible ha encontrado la manera de seguir ayudando a su verdadero amor: Los animales.
Hoonah.
El caso de Hoonah me llevó, sin darme cuenta, a enamorarme de la nutrición natural a largo plazo, pero al principio estaba muy asustada, asustada y perdida, muy perdida.
Por aquel entonces, las opciones nutricionales para mascotas eran escasas. Pero aún así, peleamos.
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Mi objetivo fue mantener a Hoonah en este mundo el tiempo suficiente para participar en un estudio de células madre mesenquimales que debía tener lugar un año más tarde en la Universidad de Extremadura.
Hoonah, sin darse por vencida, incluso cuando su cuerpo se estaba apagando, me empujó a sumergirme en los libros, en los estudios científicos que puede encontrar. Ella, con sus ganas de vivir, me sacó de mi propio miedo para seguir probando nuevos enfoques.
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Su familia, nuestra familia, creyeron en mí y, después de un año de lucha, con horarios locos de medicación y comidas, con pesadillas con la posible eutanasia, con interminables ajustes de medicación y menús, logramos llegar al estudio para tratar su IBD extremo.
Esa pionera investigación le salvó la vida, y nosotros, su familia, lo hicimos posible.
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Durante ese año infernal, del que nunca me arrepentiré, Hoonah nos enseñó que la medicina, más que nada, significa Esperanza.